lunes, 10 de marzo de 2014

La gente aprovechó la manifestación para invadir la rotonda y subirse a los podencos. Primero fueron los niños, luego subieron un montón de modernos tatuados y al final llegaron una veintena de podencos de verdad, con sus dueños. Y era tal el lio encima de la escultura entre niños, perros y modernos, que me bajé antes de que se rompiera.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero bueno! Que os los vais a cargar!!

Anónimo dijo...

Yo me fui antes de que empezaran a buscar culpables. O de que se hundiera todo.