Político 1: Chicos, he tenido una idea estupenda. ¿Qué tal si viajamos al futuro y cogemos el dinero público?.
Político 2: ¿Al futuro?¿Pero eso se puede hacer? ¿Podemos ir al futuro a coger dinero?
Político 1: ¡Pues claro! Los mercados financieros llevan años saqueando el futuro y les va de maravilla.
Político 3: ¿Y qué ganamos con eso?
Político 1: ¿Que qué ganamos? ¡El porcentaje de siempre!, sólo que de un dinero que todavía no existe. Imaginaos el botín. No hay razón para conformarnos sólo con lo que tenemos ahora. Cojamos del futuro, construyamos cualquier cosa grande y cara y, como siempre... ¡quedémonos nuestra parte!.
Político 4: Suena muy bien pero...el futuro siempre llega, y la gente de entonces, cuando vea que no hay un duro, se enfadará y con razón.
Político 1: Y qué. Ya nos inventaremos algo, alguien a quien echar la culpa. Podemos culpar a los propios ciudadanos, se lo creen todo. Además tendrán un montón de aeropuertos y edificios de Calatrava superchulis a cambio. Y si se ponen farrucos les montamos una guerra civil por cualquier chorrada y que se maten entre ellos.
Todos: ¡Bravo!
Es una obra de ciencia-ficción distópica con viajes en el tiempo que se me acaba de ocurrir. ¿Que os parece, tiene gancho para toda una novela?
2 comentarios:
Demasiado real para la ciencia ficción
Buen fin de semana!!
No, que va, es ciencia ficción especulativa sobre universos paralelos, en serio. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
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