miércoles, 27 de octubre de 2010
la era del diamante
En la introducción al libro dice Miquel Barceló (no el pintor, sino el editor y experto en ciencia-ficción) que hay dos tipos de lectores, los acomodaticios y los que realizan un esfuerzo, y que La Era del Diamante necesita de los segundos. Entre nosotros, esa no es más que una forma elegante de advertir que el libro es un rollo patatero. Y efectivamente lo es: con 100 de las casi 700 páginas he tenido más que suficiente. Ahí se queda. No va a ir directamente al anaquel de los libros nini, para qué desperdiciar espacio, sino a la tapa superior del container azul, donde siempre hay algún vecino que recoge los libros que dejo.
El problema de muchos libros de ciencia ficción es que se dedican a describir inventos y cachivaches del futuro. Párrafos enteros, si no páginas, de descripciones de cacharros extraños que realmente no ayudan a la historia, la mayoria sólo forman parte del decorado, y además nunca acabas de entender del todo qué forma tienen o para qué sirven. La única razón que veo para tanto artefacto es que si algún dia se inventa algo similar el autor pasará a la historia porque fulanito ya lo predijo, pero claro, si en un solo libro inventan miles de cachivaches por fuerza a lo largo de su carrera en alguno acertarán.
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7 comentarios:
Un esfuerzo supremo por lo que veo, que no estoy dispuesta a hacer. Aunque me gusta el subtítulo.
¿Dejas muchos libros en la tap del container azul? Mira que este lo mismo te lo devuelven.
He leído muy poca ciencia ficción la verdad, a Asimov hace siglos y alguno por ahí que ni recuerdo.
Dejo aquellos que no termino y los que creo que no merece la pena guardar. Y te aseguro que siempre hay alguien que los pilla.
A mi me gusta la ciencia ficción, tiene cosas muy interesantes. Aunque también hay que aplicarle la Ley de Sturgeon (un autor de ciencia ficción por cierto) que dice que el 90% de cualquier cosa es mierda.
Que se los llevan me lo creo, yo rescaté una vez una antología poética de Machado, aunque no tuvieron la delicadeza de dejarla en la tapa del cubo. Pero no podía dejarla allí.
¿El 90%? Me parece demasiado, ponle un 75% que hoy he terminado el día optimista.
¡Entonces debía estar muy machado! (ya lo sé, ahora mismo me estoy riendo pero de lo penosos que son mis chistes).
¿El 75%? Bueno, venga, trato hecho.
jeje ¡qué pavazo tienes!
Hecho.
Me ha gustado tanto tu crítica que me dan ganas de empezar a leerlo sólo por darte la razón. Vamos, que deberían ponerla en la contracubierta, a lo mejor así vende más ejemplares.
:)
Quién sabe, a lo mejor funcionaria.
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