jueves, 8 de julio de 2010

the associate


Mi campaña de lectura veraniega no ha empezado muy bien: este libro tiene muchas páginas pero poca chicha, y los guionistas de hollywood se tendrán que esmerar si quieren hacer la peli. Lo bueno del libro es que describe cómo funcionan las grandes firmas de abogados de Nueva York. Están los associates, que son los recién licenciados en las universidades más prestigiosas. Explotados por la empresa de forma salvaje, obligados a facturar el mayor número de horas posibles y ha dormir en el suelo de la oficina si es necesario. Por otro lado les pagan bien, unos 400.000 dólares al año, un buen sueldo cuando se trata del primero que reciben. Además, en siete u ocho años, algunos de aquellos que hayan resistido podrán convertirse en partners, o socios de la firma, y su sueldo superará el millón de dólares anual, aunque su nivel de trabajo no disminuirá.

Estas firmas facturan a sus clientes el mayor número de horas posible, aunque sean horas inútiles, y los clientes están contentos. La cosa funciona así: una empresa de grandes beneficios hace un presupuesto anual de gastos de representación legal, bastante generoso, y lo que se espera es que la firma de abogados contratada lo gaste, porque de lo contrario les acusarian de no hacer nada. Así que unos facturan un montón de horas, los otros las pagan, y todos tan contentos. Lo raro es que todas las horas facturadas tienen que ser reales, aunque hayan sido inútiles. En España se facturarian sin hacerse y punto.

La trama de la novela es la siguiente: un associate es extorsionado y obligado a convertirse en espia de la firma en que trabaja y que está envuelta en un juicio donde billones de dólares están en juego. Es bastante floja, mal llevada y no despierta mucho interés. Algo extraño en un escritor de bestseller de gran éxito.

5 comentarios:

La escapa dijo...

Me temo que en las grandes firmas españolas se hacen horas a destajo y no se facturan.
¿Cómo lees un libro sobre abogados? ¡Si son todos un coñazo!

Unknown dijo...

O sea ¿en españa es lo contrario? qué cosas. Supongo que los clientes no deben ser tan generosos como en Wall Street.

A mi me molan, igual que las pelis. Cuando la trama está bien son fascinantes, juicios, apelaciones, testigos, lo juro sobre la biblia y tal.

La escapa dijo...

Creo que en ese punto sí, aunque en lo de la explotación salvaje coincidimos.

¡Mantente alejado de los abogados! ¡No son de fiar! ¡Lo juro sobre la biblia y tal!

Unknown dijo...

pero, escapa...¡no me des estos disgustos!

La escapa dijo...

Vamos, anda, no dramatices ¡si lo sabe todo el mundo!